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Hay personas que suelen pensar que para tener plantas sanas y bonitas es cuestión de suerte. Es cierto que resulta relevante adquirirlas en un lugar de prestigio como Rograplant, donde con el mayor mimo las procuramos, pero una vez que están a tu disposición, solo tendrás que seguir estos sencillos consejos para que se mantengan tan frescas y radiantes como cuando estaban bajo nuestro cuidado.
1. ¿Qué tipo de planta tienes? Esto es fundamental y de aquí parte todo. Hay plantas de sol directo, otras requieren mucha luz, pero de forma indirecta, y otras más que necesitan de cierta cantidad de sombra. Algunas son originarias de climas fríos y otras de climas tropicales. Algunas toleran bien algo de calor y otras más hay que resguardarlas del frío. Asimismo, es importante la cantidad de agua que requiera, el tipo de sustrato o si requiere de un cuidado específico.
2. La ubicación. Al obtener de nosotros toda la información anterior, entonces sabrás dónde colocar la planta, si en exteriores o interiores, así como el mejor sitio para que obtenga la cantidad de luz que requiera para su buen desarrollo. No olvides que es un ser vivo y una vez que se asiente en el lugar correcto, evites moverla sin razón de peso.
3. El tipo de maceta. Cuando adquieres una planta, llega a ti en un recipiente adecuado para su manejo durante el lugar donde estará de forma temporal y mientras realiza su viaje a su destino final. Esto no significa que deba convertirse en la maceta definitiva, así que al llegar contigo requerirá de un cuidadoso trasplante y el sustrato adecuado.
4. Drenaje adecuado. Si la planta seguirá en maceta, antes de trasplantarla verifica que tenga un orificio debajo, así como un recipiente para evitar tanto manchas en el suelo, como tierra o lodo o que escape por ahí toda la humedad al regarla. Y también al contrario, para que pueda drenar el exceso de agua.
5. Riego correcto. Al conocer el tipo de planta que tienes, sabrás cada cuánto regarla. Así evitarás muera de sed o que se pudran sus hojas o raíces por exceso de riego. Evita hacerlo en las horas de mayor sol y sigue siempre las instrucciones. Si necesitas limpiar hojas y tallos, puedes pulverizar una vez a la semana y limpiar con un paño suavemente, así las hojas estarán sanas y brillantes.
6. Retira lo marchito. Diariamente revisa tu planta y cuando encuentres hojas o flores marchitas, corta y retira, además de realizar la poda correspondiente.
7. Observa y disfruta. Las plantas son seres vivos que hay que cuidar con las instrucciones de expertos, pero también con mucho amor, porque también se les transmite. Disfrutar de su desarrollo y crecimiento también te hará estar atento a sus necesidades y cambios, así que de inmediato descubrirás si hay alguna plaga, manchas o signos de enfermedad y atender con prontitud.
8. Evita los cambios bruscos de temperatura. Es buena idea resguardar tus plantas en invierno, pero es una pésima decisión colocarlas cerca de chimeneas o calefacción. Evita también heladas.
9. Hay plantas tóxicas… También debes cuidar a los miembros de tu familia. Desde niños pequeños hasta mascotas, podrían ingerir hojas o frutos que les resulten atractivos, pero que contienen sustancias tóxicas.
10. Fertiliza adecuadamente. Si bien toman de la tierra su alimento, sobre todo cuando están en macetas, tiende a agotarse. Un buen fertilizante, sobre todo de origen natural, será más que bienvenido para mantenerlas sanas y hermosas.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][/vc_column][/vc_row]